Publicado en el número 503 de la revista Fotomundo, de Buenos Aires, en noviembre de 2010. Realizamos estas tomas en clase con los alumnos de Publicidad de la Escuela Argentina de Fotografía.
Fotografiar bebidas sobre hielo es un tipo de toma complejo, que requiere preparación.
Los elementos: El recipiente para contener el hielo tiene que ser adecuado en tamaño y forma, y además permitir el paso de luz. Una bandeja de vidrio hecha a medida es la mejor opción. Facundo Faría, alumno de la escuela, se encargó de fabricar una de aproximadamente 40x50x10 cms. Los vidrios se compran cortados a medida y se pegan con silicona, no es algo demasiado complejo ni costoso. Por otra parte muchas vidrierías aceptan realizar este tipo de trabajos y pueden entregar la bandeja lista.
Mesa: una mesa de vidrio o simplemente un vidrio de grosor adecuado montado sobre caballetes será lo conveniente para apoyar la bandeja.
Columna, trípode, o soporte para la cámara: Sostener la cámara de modo cenital, es decir con el eje del objetivo perpendicular al piso, requiere un soporte adecuado. En el estudio de la Escuela disponemos de una columna de estudio que facilita el encuadre cenital, este accesorio grande y costoso no es muy común, algunos trípodes permiten colocar la columna central (la que habitualmente se emplea para ajustar la altura de la cámara) paralela al piso, esta es una buena prestación si estás pensando en comprar un trípode. Otra posibilidad muy usada en estudio es emplear una buena columna de ampliadora sobre la que puede montarse el cabezal del trípode, esta puede resultar una excelente opción económica buscando alguna ampliadora antigua cuya columna esté en buen estado.
El hielo: En la imagen final resultará importante lograr que el hielo tenga aspecto cristalino, esto dependerá por una parte del hielo que utilicemos y por otra de la iluminación. El mejor hielo es el de barra producido en forma industrial, este es completamente cristalino y roto en pedazos irregulares da una muy buena imagen, como este no es muy fácil de conseguir utilizamos el que se vende en las estaciones de servicio, que también da una buena imagen. El hielo casero en general no es aconsejable pues contiene aire y suele ser más opaco, poco transparente.
Aspecto de frío de las latas. Para que en la imagen las latas se vean muy frías antes de utilizarlas las barnizamos con barniz mate, esto asegurará el aspecto de empañado que produce el frío. Las gotitas se crean salpicando glicerina mezclada con muy poca agua, para salpicar gotas sobre una superficie grande podría resultar práctico un rociador, pero para las latas mojando un cepillo de dientes en la glicerina y haciéndolo salpicar llevando las cerdas hacias atrás y soltándolas de golpe resultará más controlable. En la toma de Heineken empleamos un producto especial para lograr “escarcha fotográfica”, es una especie de sal que al contacto con el agua se hincha y se vuelve cristalina tomando el aspecto de la escarcha. Es un productio italiano difícil de conseguir, pero creo que algo semejante se emplea para los cultivos hidropónicos, esas bolitas que se ven transparentes que dentro de un frasco con agua. Montaje y encuadre: Es el momento de colocar el hielo en la bandeja, ubicar las latas ya barnizadas, aplicar las gotitas, acomodar latas y hielos para formar una composición bien resuelta, encuadrar y enfocar. Mejor hacerlo con cierta rapidez: el hielo se derrite y pone un límite al tiempo disponible. Iluminación:
La iluminación del hielo la realizamos desde abajo, a traves del vidrio y del hielo, empleando un flash de estudio con una caja de luz del tamaño apropiado. Para iluminar las latas emplearemos otro flash con una caja de luz desde arriba, se buscará la mejor posición teniendo en cuenta que el reflejo de la caja sobre las latas resaltará la forma cilíndrica, ayudando a dar volumen a la imagen, al mismo tiempo que destacará la marca.
Medición de luz: La luz se refractará al atravesar los trozos de hielo, algunos producirán el efecto de lentes y concentrarán gran intensidad de luz en determinadas partes, mientras que otras áreas permanecerán en un nivel de exposición menor. En este caso la medición de luz reflejada nos brindará información más precisa que la medición de luz incidente. Si se dispone un un fotómetro puntual, se podrá calcular la exposición con máxima previsibilidad. En la clase empleamos un Minolta Spot Meter IV, con el que medimos desde el eje del la cámara, esto es importante ya que desde otra dirección podría haber una diferencia notable entre lo que efectivamente medimos y lo que la cámara registrará. Antes de medir evaluamos el conjunto de la escena, y elegimos algunos de los puntos más brillantes, en ellos realizaremos la medición.
(ver en la foto 2) Este valor de los puntos más luminosos de la escena es importante porque determinará el límite de exposición de las altas luces. En nuestro caso fue de f: 45 1/3, dado que es una medición de luz reflejada, si expusiéramos con este valor se reproducirían estos puntos con la luminosidad del gris medio, para llevarlo a blanco debemos abrir el diafragma 2 1/3 y exponer en
f:22.
Conociendo este valor podemos graduar ahora la intensidad del flash superior para el mismo nivel de exposición, medimos luz reflejada sobre la lata en un área en la que consideramos que la luminosidad es equivalente a la del gris medio, y graduamos la potencia del flash superior hasta llevarla a una lectura de
f: 22. Esto es todo, estamos en condiciones de realizar la toma.
Post producción: Seguramente resultará necesario ajustar parámetros en la imagen para lograr el mejor resultado. Realizamos las tomas en formato raw, ajustamos exposición, nivel de negros, contraste y claridad en Camera Raw, y luego en Photoshop, recortamos las latas para separarlas del hielo y poder ajustar curvas en forma independiente para el hielo y las latas. El resultado final es bastante adecuado para una producción realizada en clase, si bien algunos detalles podrían mejorarse, creo que es un buen punto de partida para comprender los elementos que están en juego al realizar este tipo de producción.
®Carlos Fumagalli.